Re Conocerse Institucionalmente

RE Conocer y Re Conocerte del
artículo anterior nos lleva a preguntarnos ¿cómo Re conocernos y Re conocer al
otro, cuando no hay una institucionalidad política que contribuya a ese RE
conocimiento?.
Pareciera un juego de palabras o un trabalenguas, pero precisamente la democracia y el orden institucional necesitan mucho de ese Re-conocimiento, y tienen enorme responsabilidad en la capacidad de los individuos para Re-conocer al otro y Re-conocerse como parte de una comunidad.
Para lograr un efectivo aporte en el Re-conocimiento de los individuos integrantes de una comunidad y entre ellos mismos, la participación ciudadana se presenta como una herramienta útil e idónea para lograr tal fin, siempre que se asuma como herramienta política no es propiedad de izquierdas, tampoco de derechas, es simplemente una herramienta institucional que es consustancial con la democracia.
Hay dos dimensiones concretas de participación ciudadana, una es la electoral, que se limita a los procesos electorales y que hace que el ciudadano pueda opinar en procesos masivos, que su opinión tenga el mismo valor que la de otros actores sociales, pero hace que el individuo sea nada más que un número en una totalización electoral.
Mientras que la participación en la gestión pública, que se reconoce no es masiva, permite no sólo hacer que el interesado pueda influir en las decisiones sobre asuntos públicos, sino que además le hace ser corresponsable del debate y sus resultados en función de los intereses generales de la comunidad.
Para la Carta Iberoamericana de Participación Ciudadana, la participación en la gestión pública es consustancial con la democracia, además, que complementa la democracia representativa.
En ese sentido resulta oportuno destacar que para la comunidad iberoamericana, a la cual pertenece España, Portugal y Andorra, por el lado Europeo, asumen la participación ciudadana en la gestión pública como un proceso de construcción social de las políticas públicas que, conforme al interés general de la sociedad democrática, canaliza, da respuesta o amplía los derechos económicos, sociales, culturales, políticos y civiles de las personas, y los derechos de las organizaciones o grupos en que se integran, así como los de las comunidades y pueblos indígenas.
Cuando ese concepto asumido institucionalmente por los gobiernos ibeoraméricanos, plantea que la participación es un proceso de construcción social de políticas públicas conforme al interés general de la sociedad, supone por un lado la necesidad de Re-Conocerse para identificar esos intereses generales, y en segundo lugar, advierte que la participación no se impone o se resuelve con instrumentos normativos, sino que por el contrario responde a un proceso.
La Carta Iberoamericana, destaca que a través de la participación ciudadana en la gestión pública el ciudadano puede Reconocerse a sí mismo como tal, y en consecuencia:
-Reforzar su posición activa como miembros de una comunidad.
-Fomentar una nueva cultura cívica con una mayor disposición a informarse acerca de los asuntos públicos, a cooperar y a respetar la diversidad social y cultural, a interactuar dentro de ella y a favorecer la comprensión intercultural.
-Ayudar o cooperar con los gobiernos en aumentar la legitimidad y efectividad de las decisiones y capacidad de abordar los conflictos y propiciar acuerdos.
La participación ciudadana en la gestión pública es reconocida por la comunidad iberoamericana como un derecho y como responsabilidad cívica. Como un derecho activo es exigible a los poderes públicos, de forma que éstos establezcan y garanticen los cauces para su ejercicio en los procesos de gestión pública; y como una responsabilidad cívica en que se integran, bien de forma individual o bien mediante sus organizaciones y movimientos representativos.
Ahora bien, los mecanismos que legalmente los Estados desarrollan y asumen como formas legales de participación ciudadana en la gestión pública, también necesitan de Reconocimiento de la ciudadanía, a los fines de hacerlos instrumentos útiles y prácticos de fortalecimiento de la democracia y de la propia sociedad civil.
¿Cómo se Reconoce la participación ciudadana en tú comunidad?.
¿Cómo la Re-conoces tú?.
El Estado, llámese comunidad autónoma o ayuntamiento, ¿sientes que te Reconoce como actor de desarrollo como ciudadano pensante y crítico?
¿Puedes contribuir a mejorar ese proceso de Reconocimiento social y político en tú comunidad?.
Reconocerse y Reconocer no sólo se trata de mirarnos a nosotros como individuos, sino también, mirarnos en nuestra relación con el Estado.













